Fiebre de uñas
Se llevan de todos los colores.
Ya nos lo avanzaba Suzi Weiss-Fischmann, alma máter de la firma OPI: “Cambiar un tono de uñas puede transformar por completo el look de una mujer y su perspectiva”. Aunque siempre una buena laca ha sido un valor en alza, esta temporada se confirma su rotunda necesidad como complemento fetiche. Y absolutamente imprescindible.
Además, a ser posible, es más que recomendable hacer (buen) uso de varios tonos. Porque, en materia de uñas, se lleva prácticamente todo. Colores delicados, energy, flúor, metalizados... Versiones mate, ultrabrillante o lamé. Y formas y longitudespara todos los gustos. Todo, o casi todo, está permitido. ¿El objetivo? Convertir las lacas de uñas en los nuevos lipstick y confirmar su versatilidad y poder de reinvención en cualquier circunstancia.
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